Bjarke Østergaard está sereno, listo, su rostro es un ejemplo de concentración, su peso inclinado hacia adelante sobre sus pies. Vestido de campera denim azul claro, suéter de cuello amarillo, pantalones azules y tenis blancos, tiene el aspecto de un cantautor de los años 70, pero se prepara para bailar, no para vocalizar.
Esperando en la pista del Sparta Hallen en Copenhague se encuentra Carling Talcott-Steenstra del Royal Danish Ballet, vestida de manera idéntica. Son pasadas las 5:30 p.m. en una noche de viernes, 6 de marzo de 2020, y su acto, Spontan Goes Spontan, la pieza central del Social Revolution By Beer festival, está por comenzar.
Bailar en festivales de cerveza no es algo desconocido. Cuando se ha consumido suficiente Nut Brown Ale, es tarde, y una banda tributo entona las notas adecuadas, los asistentes a grandes festivales británicos de cerveza se pierden en la danza. El Oktoberfest puede ser un motín de zapateos sobre mesas. Incluso los festivales de cerveza artesanal algunas veces albergan bailes, un poco más tímidos, sin embargo.
Esto no es nada parecido. Al término de una extensa introducción, la música, compuesta por Spontan Goes Spontan por Aaron Dessner de la banda de rock The National, comienza. Cae como gotas de lluvia, gentiles y repetitivas, insistentes, balanceándose de un lugar a otro. Mientras comienza, Østergaard y Talcott-Steenstra se aproximan uno al otro durante los próximos tres minutos, en un elegante y energético giro de brazos entrecruzados, mentes enfocadas y pies en perfecta unión. Una audiencia de unas 250 personas observan en silencio, que luego emergen en un jubiloso aplauso.
Es un momento prodigioso, no menos para Lars Carlsen, el co-fundador y CEO de People Like Us, la cervecería que organiza el festival. Østergaard, el bailarín residente en People Like Us, tiene autismo y TDAH. “Wow, wow!” dice Carlsen cuando me encuentro con él un día después del evento. “Lloré luego, no sé por cuánto tiempo. Fue tan emotivo. He conocido a Bjarke durante cinco o seis años. Ver a esa persona acá y compararla con la que era cinco años atrás, fue asombroso.”
No muchas cervecerías emplean a un bailarín, pero People Like Us es única. Fundada en Agosto de 2016 por Carlsen, un antiguo profesor, y su hermano Jesper, su objetivo previsto es cambiar las percepciones sobre las personas con autismo en el mundo laboral. Antes del comienzo de la crisis por el COVID-19, People Like Us empleaba a 65 personas en variedad de posiciones, desde bailarines a bartenders, cerveceros o contadores, más del 90% de ellos con un diagnóstico de autismo, ADHD, depresión, ansiedad o TEPT. La mayoría de los empleados no se involucran en el proceso de producción de cerveza, que toma lugar bajo contrato en tres cervecerías—De Proef Brouwerij en Bélgica; Flying Couch Brewing en Dinamarca; y en las nuevas instalaciones de To Øl en Copenhague, que produce la mayoría de su cerveza.
En sus cinco años de vida, esta pequeña cervecería danesa ha tenido un impacto externo en Europa y más allá. Se hace evidente viendo el rango de cervecerías que participaron del festival, desde Brussels Beer Project hasta Goose Island y To Øl. People Like Us ha contribuido a dar inicio a un era donde el activismo social es tan parte del discurso de la cerveza artesanal tanto como las variedades de lúpulo. No obstante, en el último año ha enfrentado su desafío más grande hasta ahora.
People Like Us nació de la frustración. En 2016 los hermanos Carlsen habían pasado siete años dirigiendo LeVas, un proveedor de educación y entrenamiento para personas autistas, pero se sentían desilusionados con su inhabilidad de generar un impacto significativo a largo plazo. “Nos frustramos cada vez más porque cuando nuestros jóvenes partían [de LeVas], nada sucedía,” Jesper Carlsen me comentó en la primavera de 2017. “Es imposible para ellos conseguir un trabajo.”
Producir cerveza parecía una oportunidad para cambiar esa historia. Como describió Lars Carlsen en su momento, debido a que cada posición en una cervecería puede ser ocupada por una persona autista, fundar una empresa como esa serviría como un claro caso de estudio. Desde el comienzo, colocar talento autista en otras empresas fue una gran parte del plan.
Mikkel Borg Bjergsø, fundador y propietario de Mikkeller, se involucró también en las fases tempranas de la cervecería. Se acercó con la idea de poder fabricar una cerveza promocional, convenció a los hermanos Carlsen a pensar en grande, y lanzar una campaña de crowdfunding para recaudar dinero para la cervecería a principios de 2017. A pesar que los resultados fueron menores al objetivo (se recaudaron $21,965 de un objetivo de $150,000), Bjergsø se mantuvo como una fuente clave de apoyo y soporte, tomando el estrado en el Social Revolution By Beer festival para exhortar a compañía danesas a hacer más.
“No hay apoyo financiero, pero People Like Us ha sido capaz de usar su staff de Mikkeller HQ, sus contactos, conocimiento, redes sociales y mucho más'', comenta Lars Carlsen.
Conocí a People Like Us por primera vez en 2017. Un año antes, mi hijo Fraser fue diagnosticado con autismo y, entre muchos otros descubrimientos, comencé a hacerme consciente de las dificultades que enfrentan las personas autistas en el ámbito laboral. People Like Us, y su clara visión, me golpeó como un martillo. En un acto que puede ser considerado como “ilustrado interés propio'', me acerqué y luego escribí una historia para the Guardian, publicada en abril de 2017, sobre People Like Us, que ayudó a la cervecería a superar la decepcionante recaudación de fondos, según palabras de sus fundadores.
Entrevisté a Rune Lindgreen, el cervecero y desarrollador de recetas del proyecto, para esa historia. Aunque Bjergsø diseñó las recetas para las cervezas de línea de la cervecería, las colaboraciones son responsabilidad de Lindgreen, quien ha estado en People Like Us desde sus comienzos. Lindgreen dejó su anterior trabajo en Bryggeriet Djævlebryg en Copenhague cuando fue diagnosticado con autismo al final de sus veintes (hoy tiene 42), y se enteró sobre People Like Us a través de una viejo amigo y contacto cervecero, Lars Buch, el gestor de proyectos de la compañía en aquel momento.
“Tuve mis dudas al principio. ¿Se convertiría en un zoológico interactivo de personas autistas, donde cada persona que trabajase con nosotros lo haría para obtener el beneficio de las relaciones públicas? Me preocupaba que las personas comprasen nuestras cervezas como un acto de caridad. Me tomó dos años ver que eso no iba a suceder.”
Sus dudas se disiparon, Lindgreen se mantuvo, y dice que ha crecido en su posición. “Siempre he estado desarrollando recetas para People Like Us, pero la mayoría han sido cervezas esporádicas,” comenta. “He temido haber estado siendo utilizado como un token, un niño de póster sobre autismo. Pero hoy he hecho al menos 25 colaborativas, de las cuales 20 he diseñado la mitad de la receta. He ganado mucha confianza en esa tarea.”
Antes de la pandemia, Lindgeen utilizaba gran parte de su tiempo laboral, viajando para formar parte de los días de cocción en Europa, un proceso que cree lo ha ayudado a crecer como cervecero. Ha habido pocas oportunidades en los últimos 12 meses, pero ha trabajado de manera virtual en una serie de cervezas. Una de ellas, recientemente lanzada Brut Pilsner, elaborada junto a Jens Magnus Eiken y Christian Andersen, autores del libro danés The Naked Beer (Den nøgne øl), luego de ser invitados a una degustación virtual de People Like Us.
“Es abrumador juntarte con cervecerías como Magic Rock, o Northern Monk [ambas en el Reino Unido.],” comenta Lindgreen. “No tengo las mismas credenciales. Estuve feliz de aceptar un rol secundario—ahora tengo más confianza de decir cosas como, ‘Intentemos esto.’ Al principio temía ser reemplazado en algún punto, pero ya no siento eso.”
Lindgreen dice que el empoderamiento financiero derivado de trabajar en la cervecería, la realidad de ganarse la vida con su trabajo, ha sido muy satisfactorio. “Existe un gran beneficio psicológico de estar empleado. Se trata de tener valor, de tener personas a las que les importa que estés allí. Cuando entro a nuestro bar, y veo 10 etiquetas de las que he sido parte, eso me hace realmente feliz. Soy una persona orgullosa como el producto, me enorgullece estar haciendo cosas perceptibles en el mundo real que generan valor.”
El rol de Lindgreen se ha expandido durante la pandemia. Él junto a Lars Carlsen comenzaron a presentar degustaciones de cerveza en Facebook poco después del comienzo de los confinamientos. Su popularidad ha crecido tan rápido que son ahora una parte central del plan de negocios de la cervecería. Presentar degustaciones corporativas—un evento reciente fue transmitido a 500 empleados de una compañía danesa, por ejemplo—es hoy una parte significativa del trabajo de Lindgreen.
“Un día antes de las pascuas presenté cinco eventos, dos de ellos con una hora de diferencia,” comenta. “Eso fue un poco demasiado, tal vez. Es realmente un trabajo duro. El enfoque que tomamos, y es por lo que pienso que a la gente le agrada, es que siempre lo hacemos de manera improvisada. Es espontáneo pero puede llegar a ser desafiante mantener fresco el modelo.”
Él claramente lo disfruta, al punto que el retorno a las degustaciones en persona ya no es tan atractivo. “Cuando tienes personas en el bar, se vuelve mucho más fragmentado. Algunas personas simplemente quieren tomar algo y charlar con sus amigos,” dice. “Realmente espero que continúen haciéndose estas degustaciones virtuales. Y pienso que seguiremos haciéndolo en realidad, porque tiene muchos beneficios.”
La misión de People Like Us también comprende a veteranos, quienes pueden encontrar dificultades en su retorno a la vida civil. Jon Nielsen, el gerente de logística de la cervecería, se lesionó estando en servicio con el ejército danés en Afganistán en 2009, y ha tenido dificultades en encontrar de nuevo un lugar en el mercado laboral después de eso.
Encontró a People Like Us por primera vez en 2018, cuando lanzó un proyecto para apoyar a veteranos que culminó con la cerveza Vet 364. Nielsen, quien estaba buscando una manera de hacer voluntariado, respondió a una solicitud para que veteranos lideraran la campaña. “Quería ser parte del proyecto porque me gusta la cerveza y sonaba interesante'', comenta Nielsen. “Realmente no era una oportunidad laboral, sino más una oportunidad de voluntariado. Y luego, cuando realmente conocí la manera como trabaja [People Like Us] y su misión, dije, ‘Ok, esto es realmente genial.’”
El nombre de la cerveza, 364, hace referencia al 5 de septiembre, una conmemoración para los soldados en Dinamarca, y el hecho que sus problemas—sobre el TEPT, en particular—son olvidados los otros 364 días del año.
“El desafío más grande es en el lugar de trabajo. Debes encajar en esta posición. Algunas veces los veteranos se encuentran un muro de frente y es ahí cuando se quiebran. Podrían tener que decir, ‘He tenido un mal día y no puedo ir a trabajar.’ En People Like Us, decimos que eso está bien. Comprendemos que los veteranos de guerra o personas con TEPT (Trastorno de Estrés Post-traumático) pueden tener estos problemas. Así que nuestra respuesta es: ‘Está bien. Vuelve cuando sientas que estás bien otra vez.’”
Esa flexibilidad es lo que Nielsen más disfruta sobre su rol en People Like Us. “Nos vincula de mejor manera,” dice. “Formamos un vínculo más fuerte gracias a esta aceptación. Podemos ser más de la manera como somos en lugar de pretender ser alguien más o pretender que nos sentimos bien. No tenemos que escondernos o sentirnos mal si tenemos un día de mierda.”
La pandemia ha puesto a prueba a cervecerías en todo el mundo. En Estados Unidos, las cervecerías pequeñas e independientes cayeron en número más de un 7% en 2020, de acuerdo a cifras de las Brewers Association. La realidad es incierta en otras partes del mundo, pero es poco probable que sea mucho más positiva.
Para las cervecerías con causas específicas, en las que proveer puestos de trabajo es el objetivo, la pandemia ha golpeado particularmente fuerte. People Like Us fue fundada para proveer empleo a adultos con autismo, para demostrar lo que pueden lograr y construir su autoconfianza y percepción de valor; la pandemia significó que muchos fueron forzados a irse a casa. También ha significado que otras empresas—que se han beneficiado de talento cultivado por People Like Us—tuvieron menos oportunidad de tomar más trabajadores, o de siquiera comenzar el proceso.
Los problemas de la cervecería comenzaron antes del comienzo de su festival el pasado marzo. El primer viernes del evento de dos fechas, el gobierno danés anunció que las concentraciones de más de 1.000 personas estaban prohibidas. Una semana después, el país pasó a confinamiento. El resto de Europa los siguió poco después, algunos países con más retraso que otros. La rapidez de Dinamarca fue recompensada cuando emergió un mes después, enfrentando una realidad más dura.
Pero las cosas solo se pusieron peor para People Like Us antes que mejoraran. Para junio, el número de personas empleadas a tiempo completo y jornadas parciales en la cervecería se redujo a 42. Tercerizar talentos para otras empresas, una gran parte de la raison d’etre de la cervecería, se detuvo. Alberte Jannicke, el popular y energético jefe de comunicaciones de People Like Us, fue despedido una vez que el foco internacional de la cervecería se redujo solo a Dinamarca. Una cervecería que siempre se ha desafiado a sí misma, que siempre ha buscado correr en lugar de caminar, se encontró enfrentando su escollo más grande.
“Estábamos teniendo dificultades para pagar los salarios,” dice Carlsen. “Desde Junio a Noviembre tuvimos dificultades. Fue realmente horrible.”
No estaban solos, otras cervecerías de causa específica también se encontraron teniendo dificultades, como Browar Spółdzielczy, en Puck, una ciudad de cerca de 11.000 personas en la costa báltica de Polonia. Fundada en 2014 por Agnieszka Dejna, presidenta de la cooperativa social DALBA, y el terapista ocupacional Janusz Golisowicz, emplea a cerca de 30 adultos con dificultades de aprendizaje. Había sido un éxito sin precedentes: Para principios de 2020, la producción se había expandido de 4.000 a 18.000 litros (cerca de 150 barriles) por mes, y tres pubs habían abierto sus puertas en Polonia, Se creó una gran cantidad de puestos de trabajo.
Se esperaba que el 2020 fuese un gran año para Browar Spółdzielczy, una de las cervecería invitadas al festival People Like Us, pero luego llegó la pandemia. Planes de una nueva cervecería fueron cancelados luego de ser rechazada una solicitud de crédito con un banco. Incluso peor, el cierre de los pubs polacos significó que la cervecería perdió su principal canal al mercado, dejando a Dejna y su equipo con una decisión poco envidiable.
“En Polonia, es ilegal vender cerveza por correo,” comenta. “Tuvimos que decidir que hacer, y decidimos que íbamos a vender por correo. Sabemos que es ilegal, pero era la única opción que teníamos que nos permitiría conservar los puestos de trabajo. No queremos solo darnos por vencidos.” Así que no lo hicieron—aunque la producción mensual cayó a “2.000 o 3.000 litros [17-25 BBLs].”
Dejna y su equipo pueden tener cierta tranquilidad en el impacto que han tenido. Cuando comenzaron, dice, la gente no podía comprender como no contratarían a un cervecero que supervisara en proceso. “Para muchos, fue realmente difícil de entender como personas con discapacidad serían capaces de hacerlo,” comenta.
Después de media década, las actitudes han cambiado—Y cuando no lo han hecho, Browar Spółdzielczy tiene un ejército de seguidores que la apoyan. “En enero de este año,alguien fue abusivo en la sección de comentarios de una publicación de Facebook: ‘¿Quién va a tomar esa mierda? Míralos, lucen horribles,’ y cosas por el estilo,” dice.
“Así que grabé un video, diciendo lo que pensaba, y lo publiqué en Facebook. Las personas comenzaron a comentar, fue asombroso [la publicación tiene 1.000 likes y más de 100 comentarios]. En 24 horas, vendimos 1.000 cajas de cerveza, que la gente ordenó para demostrar a esos idiotas que no estaban de acuerdo. Tenemos mucha gente que se interesa en nosotros.”
El futuro sigue siendo difícil; Sólo 10 personas están empleadas en este momento en la cervecería. Reina la incertidumbre. “No sé cómo sobreviviremos” dice. “Espero que el COVID-19 termine, pero para ser honesta no se cuando será—lo que sé es que no vamos a dejar perder la marca. Sé que vamos a fabricar cerveza.”
Puede encontrarse una resiliencia similar en Ignition Brewery, basada en Sydenham, South London, la cual emplea a siete personas con problemas de aprendizaje. La pandemia significó una caída de 20% en las ventas anuales, pero un pivote hacia las ventas para llevar y las entregas, junto a una fresca inyección al flujo de caja de antiguos inversores, sacó a la cervecería de la peor situación.
“Tuvimos esa habilidad de desplegar diferentes rutas. Hemos sido muy afortunados,” dice el fundador Nick O’Shea. “Y la comunidad ha sido brillante. Las personas nos han ayudado a entregar volantes, han distribuido cerveza por nosotros, y han cuidado del equipo todo el tiempo. Han venido y comprado cerveza en medio de un centro de pruebas de COVID. Nos hemos dado cuenta que somos una parte de la comunidad más grande de lo que pensábamos.”
No solo Ignition sobrevivió, sino que está a punto de multiplicarse. O’Shea dice que está en contacto con grupos en Bristol, Liverpool y Essex que buscan fundar cervecería similares. Puede perdonarse el auto lamento, pero él sabe que el objetivo fundamental del proyecto—proveer puestos de trabajo para aquellos aislados del sistema convencional—no está siendo satisfecho actualmente.
“La pandemia ha reducido nuestra habilidad de proveer puestos de trabajo'', comenta O’Shea. “Nuestras personas no están trabajando. Sus salarios están siendo cubiertos pero no están trabajando. Y eso es realmente difícil, y no hay nada que podamos hacer sobre eso. Si sólo fuésemos una empresa estándar, podríamos pensar, ‘¿Pivotamos? ¿Hacemos esto o aquello?’ Hay mucho trabajo en dirigir el taproom, pero en realidad, es un aspecto tan importante en la manera como proveemos puestos de trabajo que debemos decir, ‘Bueno, no, abriremos el maldito taproom.’ La cuestión para nosotros es ¿De que manera volvemos a trabajar de manera segura en un mundo en el que tal cosa podría no ser posible?”
Si el año pasado ha visto adversidad y dificultades sin precedentes para estas empresas, la promesa de días mejores comienza a aparecer. Diciembre marcó un punto de inflexión para People Like Us, cortesía de un crédito bancario. Desde entonces, las buenas noticias han fluido: Un contrato con Coop, una de las cadenas de supermercados más grandes de Dinamarca; el retorno de la tercerización (Voi, un fabricante de scooters eléctricos, se puso en contacto recientemente); una colaboración junto a Mikkeller para un bottle-shop, el Social Beer Shop, en el barrio Vestebro de Copenhague; el mejor mes de ventas para la cervecería en marzo. La reapertura de los negocios de hospitalidad en Dinamarca en Abril y Mayo llevó la cantidad de empleados a 45, la gran mayoría de ellos con diagnóstico.
“Este grupo de personas … son tremendamente fuertes, y pienso que la razón por la que son fuertes, es porque han estado teniendo dificultades todas sus vidas,” dice Carlsen. “Así que, no hay mucho de nuevo en este estilo de vida. Es solo una nueva forma de gestionar los problemas. Nosotros solo nos estamos poniendo al día con eso.”
Esta expectativa—que siempre habrá dificultades que navegar, y que deben ser navegadas—ha servido bien a People Like Us durante la pandemia. Probaron ser más rápidos en sus respuestas, y más ágiles en lo que hacían que muchas otras cervecerías danesas. “Actuar de manera expedita en la parte online fue crucial,” dice Lindgreen. “He observado muchas degustaciones, y obtengo esta sensación que se trata sobre las ventas, lo que obviamente es importante, pero desde una perspectiva de entretenimiento, un comercial de dos horas de duración no es lo que quieres pagar. Pienso que somos auténticos.”
Ahora están construyendo sobre el descubrimiento que facilitó el festival de 2020 sobre el mercado doméstico. “Ha sido realmente difícil hacer pública la historia, comunicar el mensaje,” me contó Carlsen el pasado verano. “La gente en Dinamarca piensa que es un lugar socialmente progresivo, pero para nosotros—no lo es. Estamos teniendo dificultades en nuestras vidas, estamos teniendo dificultades en encontrar nuestro lugar en la sociedad. Los daneses piensan que porque tenemos este sistema de bienestar, y que porque pagamos nuestros impuestos—50, 60% de nuestro ingreso—entonces el gobierno debe encargarse de eso! Pero está comenzando a cambiar. Estuvimos en la televisión nacional dos veces por semana durante el festival, y ha habido cobertura en la prensa escrita danesa. Eso es nuevo.”
Este año, tenía la esperanza de abrir una nueva escuela, Stjerneskolen, junto a Mikkel y su pareja Pernille Pang. Está diseñada para atender a todos los niños, en un entorno libre del enfoque de “el mismo modelo sirve para todos” que Carlsen ve en el sistema danés. (“Creemos que todos nacen iguales, pero con diferentes habilidades y potenciales, y que todos podemos aprender de las diferencias del otro, sus desafíos y maneras de desenvolverse,” describe el sitio web de la escuela.) El COVID-19 significó que su apertura debió postergarse a septiembre de 2022.
El futuro puede ser incierto, Pero para People Like Us siempre lo ha sido. La pandemia no fue su primer desafío, y probablemente no sea el último. Pero la cervecería continúa mirando hacia adelante. Un segundo festival está planeado para 2022, esta vez distribuido en siete u ocho locaciones a través de Copenhague porque, como describe Carlsen, “No confiamos en el coronavirus.”
Su fé permanece inalterable. “Cuando comenzamos, no podía decir a viva voz lo que deseaba que sucediera porque la gente pensaría que estaba loco,” Me contó en el festival en marzo de 2020. “Pero he conocido a muchas personas durante los 20 años que fui profesor y sabía que tenían un gran potencial. He conocido a tantos chicos y personas jóvenes que no podía entender por qué su condición era tal problema … pero lo único que pensamos como sociedad es, ‘Como es tu rendimiento en la escuela, como te va en matemáticas, como es tu desempeño en el idioma danés,’ etcétera.
“Pero allí están, un gran potencial y talento está floreciendo.” Y, a pesar de un año como ningún otro, aún sigue floreciendo.