Good Beer Hunting

TL;DR – Rastreando Los Orígenes del Lenguaje Cervecero, desde Michael Jackson a los Emojis

“[Fue] solo a través de desarrollo generalizado de la alfabetización, que la sabiduría—y las insensateces—de la uniformidad pudo ser aprendida.” —escritor sobre cerveza, Michael Jackson, 1991

Como todos los grandes escritores, las palabras de Michael Jackson habló a multitudes. El se pudo haber inclinado hacia cualquier tópico y haber escrito prosa perfecta—pero fuimos afortunados de llamarlo el primer escritor dedicado sobre cerveza. 

Jackson no abordó la cerveza con cierta experticia narrativa—el contextualizó y codificó un lenguaje alrededor de la cerveza en primer lugar. Podía estar discutiendo sobre Tripels, pero en realidad estar reflexionando a cerca de la religión. Podía estar considerando cristalerías, y estar hablando realmente sobre política. O rememorando el estilo Bitter, cuando en verdad estaba soñando con su hogar. 

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En el caso de la cita anterior, estaba explicando como la documentación y divulgación de recetas de cerveza desdibujaba la idea de estilos “locales” de cerveza. Mientras que la alfabetización propagaba buenas prácticas de fabricación y nuevas y emocionantes ideas, también condujo a la homogeneización, y el dominio de la Pale Lager. El agrega mucho subtexto en esa oración, y pienso cada vez más que se trata también del lenguaje.

Antes de Jackson, la cerveza no tenía una lengua común. Cerveceros alrededor del mundo podían describir sus cervezas, e incluso tener nombres para ellas, pero nadie antes había conectado los puntos y visto el patrón mucho más grande. Con su experiencia como reportero local en Yorkshire y luego Londres, Jackson visitaba cervecerías y exigía de su tiempo. Esas mismas habilidades le permitieron destilar ideas y filosofías complicadas en narrativas más cortas y fascinantes, y rastrear varios orígenes y técnicas de estilos de villa en villa en lugares como el Reino Unido, Bélgica, Holanda y Alemania.

El construyó un nuevo lenguaje a través de estas conversaciones con cerveceros, pero también a través de conversaciones con personas del mundo gastronómico, el whisky y—en particular—del vino. Décadas de escritura habían pretendido elevar al vino sobre otras formas de intoxicantes, y Jackson esperaba cerrar de nuevo esa brecha. 

El vocabulario del vino estaba atravesando simultáneamente su propio desarrollo. Anteriormente, los vinos eran descritos frecuentemente de manera que alineaba a los consumidores, y sin generar lazos con el sabor—piensa en frases como “muscular,” o “romántico.” Mientras que la cerveza estaba buscando elevarse, los productores y escritores sobre vino controvertían sobre la idea de ser elitistas. 

En la década de 1980, en la que Jackson comenzaba a ganar notoriedad, una profesora en la Universidad of California, Davis, Ann C. Noble, desarrolló la “Rueda del Aroma del Vino” que comparaba al vino con la comida. Los consumidores fueron empoderados a encontrar similitudes con frutas como frambuesas, o ciruelas; podían describir el sabor de un champán añejo como el de un brioche, o reconocer que el Syrah tenía un carácter a pimienta negra. Tal lenguaje directo y reconocible probó ser una herramienta de ventas fundamental en supermercados, los cuales se habían convertido progresivamente en el lugar en el que la mayoría compraba sus botellas. También hizo a las etiquetas un bien raíz primario en la comunicación con el consumidor, y alentó a las bodegas a escribir notas de cata directo en las botellas, manteniendo cortos los detalles y la accesibilidad.

Jackson tomó inspiración en ese desarrollo de la industria del vino, usando lenguaje preciso pero evocativo, trazando paralelos con comidas, y la redacción simple que se le hizo fácil a un periodista. Lo que creó fue un léxico mucho más amplio incluso que el que tenía el vino. Podía hablar sobre acidez, como en el vino blanco, y taninos, como en el tinto, así como de las características frutales presentes en ambos. Pero dado al carácter panificado de la cerveza, también podía hablar sobre torrado y amargor similar al del café, cuero y humo evocativo del tabaco, especiado y acaramelado como el whisky.

Jackson tomó entonces estas palabras—y el inexplorado y caótico mundo de la cerveza—y lo cartografió por completo. Como un biólogo organizando especies, trazó líneas entre estilos usando sus geografías, linajes y características. Encontró relaciones entre sociedades distintas y sus cervecerías, y las categorizó en su primer libro fundamental, The World Guide to Beer, publicado en 1977. Este tomo fundamental creó una ruta para otros escritores en el preciso momento en el que la revolución cervecera americana estaba naciendo, y pudo incluso haber influído en los cambios que se generaron en la escritura sobre el vino que estaban sucediendo también en ese momento. A través de los años 80, miles de nuevos aficionados a la cerveza comenzaron a buscar más información. En la era previa a los blogs, redes sociales e inclusos otros escritores sobre cerveza, invariablemente encontraron a Jackson. 

Su éxito lo hizo una celebridad. Se le ofreció un programa de TV, “The Beer Hunter,” y apareció en “Conan” al lado de Lucy Liu, alcanzando una audiencia con la que otros escritores de cerveza solo soñaron. Era el apóstol de la cerveza, y aún trabajamos a partir de sus textos incluso sin darnos cuenta. Sus libros han vendido millones de copias, y fueron traducidos a 18 lenguajes. Donde no había una traducción directa para palabras como “hoppy” o “roasty,” sus palabras se convirtieron en un estándar, trascendiendo fronteras y culturas. Un lenguaje específico alrededor de la cerveza estaba comenzando a tomar forma.

Para el momento en el que Jackson falleció en 2007, el mundo de la cerveza había crecido enormemente, y también el lenguaje que la rodeaba. La explosión de nuevas cervecerías, procesos y estilos significaba que nuevas palabras eran creadas a cada momento. Un nuevo término era necesario para describir este amplio nuevo movimiento para aquellos en el exterior. La palabra que colectivamente elegimos fue “artesanal,” y ha pasado a significar multitudes.

Su orígen es muy disputado, pero el periodista Vince Cottone fue tal vez el primero en usar “artesanal” de la manera en la que la entendemos ahora. El empleó el termino en 1986 en su libro, Good Beer Guide: Breweries and Pubs of the Pacific Northwest, en lugar de la más común “microcervecería” y por encima del auténtico y pintoresco término de Jackson “Boutique”. Como señala Cottone, “[‘craft’] era simultáneamente más específico y más versátil.”

Debido a la gran brecha entre las corporaciones y estos emprendimientos, la definición de “artesanal” era bastante clara 30 años atrás—significaba pequeña, independiente y tradicional, y fue definida como tal en 2006 por la Brewer’s Association. Era el opuesto absoluto de las catedrales cerradas, colosales y de acero inoxidables en la que la mayoría de la cerveza era producida a nivel mundial.

Esa definición funcionó las siguientes dos décadas, pero mientras la cerveza evolucionaba, la palabra ganó una capa mas en su connotación, y se convirtió en algo cada vez más controversial. En la actualidad, “artesanal” tiene mucho más significado de para lo que fue diseñada en principio. Parece significar pequeño, pero no excluye a las grandes, tradicionales pero y también experimentales; directamente, sino también tecnológicas; independientes, aunque se le da un uso cada vez mayor por parte de las multinacionales. “Artesanal” ha definido un movimiento, que de por sí es es indefinible. 

Es importante tener un lenguaje que sea lo suficientemente inclusivo y exclusivo, inclusivo para invitar a unirse aquellos que no son miembros, pero también exclusivo para indicar a aquellos dentro que estás hablando el mismo idioma.
— Profesora Jo Angouri, Warwick University

Lingüísticamente, resulta para nada sorprendente.“El lenguaje es un organismo vivo,” dice la profesora Jo Angouri en el departamento de lingüística aplicada de la Universidad de Warwick. “A menos que sea un lenguaje muerto como el Latín, evoluciona mientras que los seres humanos se enfrentan a diferentes fenómenos y mundos sociales. Piensa lo que la palabra ‘apple’ significa el día de hoy—las connotaciones son muy diferentes en distintos contextos.”

El contexto en el que usamos artesanal hoy es ampliamente diferente del momento en el que fue acuñado. Desde un registro de 89 a finales de 1970, Los Estados Unidos tienen ahora poco más de 7.000 cervecerías, que van desde innumerables brewpubs de 1 BBL hasta gigantes “artesanales” como Yuengling. Encontrar hilos y significados entre dos compañias como estas es realmente difícil, y tampoco especialmente útil. “artesanal” se ha tornado bastante política, ya que grandes cervecerías comercializan a costas de la buena voluntad que rodea esa etiqueta.

El problema es que las palabras no pueden ser estáticas si el mundo alrededor de ellas cambia, y son estos múltiples contextos lo que hace al lenguaje alrededor de algo con un paso veloz como la cerveza, tan complejo. Cuando Jackson inició sus aventuras, se enfocaba mayormente en la historia, y en ese aspecto sus palabras eran definitivas. Pero para el 2007 existía tanta gente hablando sobre cerveza, y el mundo evolucionaba tan rápido, que ni el cervecero, escrito o consumidor podía reclamar tal autoridad. La definición de artesanal es completamente contextual ahora. Para Angouri—quien se reconoce como una entusiasta del vino—la frase “cerveza artesanal” denota autenticidad, localidad, sabor.

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Todo esto podría aplicarse, por colocar un ejemplo, a Wicked Weed, pero discute sobre si Wicked Weed es una “cervecería artesanal” en algún foro de cerveza de Facebook y obtendrás una variedad de respuestas coloridas. Claramente, el lenguaje no es solo las palabras que utilizamos—es quien somos, donde hablamos y hacia quien. Por todo esto, Angouri cree que el lenguaje no debe estudiarse de manera aislada. No es solo la manera en como expresamos nuestra cultura—es nuestra cultura.

“A través del lenguaje marcamos nuestro deseo de pertenecer a una cultura o comunidad y lo indicamos a otros,” comenta Angouri. “Así que si quisiera mostrar que formo parte de una cultura, lo haría a través de mi lenguaje así como mis elecciones respecto a dónde voy por una cerveza.” 

Dentro del mundo de la cerveza, el lenguaje funciona más que de manera puramente descriptiva—es una manera de señalar nuestro lugar, y estatus, dentro de determinada escena.

Para entender cómo y por qué el lenguaje de la cerveza a pasado de ser romántico, en la era de Jackson, necesitamos entender los cambios que se han generado alrededor de ella—específicamente como la cerveza se ha especializado, pero también como ha sido democratizada por las redes sociales para formar una comunidad con claras y definidas fronteras lingüísticas.

Hasta la década pasada, la comunicación sobre cerveza estaba mayormente en manos de un puñado de líderes—Jackson, Roger Protz, Pete Brown, Randy Mosher, Fred Ekhardt, Melissa Cole, Charlie Papazian, Garrett Oliver. Su misión era dar a la cerveza la atención que merecía, así que su lenguaje claro y conciso reflejaba ese objetivo común. Para ellos, la comunicación sobre cerveza se trataba de abrazar nuevos entusiastas con palabras y analogías accesibles. Se trataba de exteriorizar.

“Es importante tener un lenguaje que sea lo suficientemente inclusivo y exclusivo,” dice Angouri. “Inclusivo para invitar a unirse aquellos que no son miembros, pero también exclusivo para indicar a aquellos dentro que estás hablando el mismo idioma.”

Ningún lugar más obvio para ver este fenómeno que en el internet, donde el ascenso de la escritura amateur sobre cerveza cambió la manera en los que los no iniciados en la escena recolectaban información. Mientras que los escritores profesionales sobre cerveza estaban a la merced de editores y en la necesidad de generar ventas de libros, clicks, e ingresos por publicidad, una nueva generación de escritores redactaba artículos, op-eds y entrevistas en plataformas como Blogger y Typepad,sin nadie que las editara. Es probable que se haya escrito más sobre cerveza en los últimos años de la década del 2000 y principios del 2010 de lo que se ha escrito en la historia completa de la humanidad. 

De pronto había travelogues, diarios de homebrew, y sitios de reseñas sobre cerveza. Estaban llenos de gente intentando imitar los estilos de escritores integrales, respaldados por la guía de estilos de la Beer Judge Certification Program (BJCP) y conocimiento hiper-local de escenas y estilos. Al mismo tiempo, los foros y redes sociales se convirtieron en la fuente principal de noticias e información en las vidas de las personas. Escritores amateur fueron capaces de promover sus trabajos en comunidades burbuja como grupos de Facebook y subreddits. 

El lenguaje usado en esos espacios era de nuevo diferente. Usando la jerga de texto que habían aprendido de MSN Messenger o AIM y sus teléfonos no inteligentes, la gente escribía de manera más prolífica, y su idioma se convirtió en algo más visual. Las mayúsculas se convirtieron en la manera por defecto de expresar pánico o excitación, y las elipses se convirtieron en una manera más efectiva de flirtear que agitar tus pestañas. Tu humor cambiaba dependiendo de la colocación de la coma, mientras que el punto se convirtió en un golpe bajo pasivo-agresivo. Gretchen McCulloch, autora de Because Internet: Understanding the New Rules of Language, lo coloca de manera sucinta: "Las nuevas reglas son acerca de: ¿Como el otro va a interpretar tu tono de voz? ... las antiguas reglas sobre el lenguaje eran sobre demostrar superioridad intelectual, y las nuevas reglas se tratan de crear conexión entre personas."

A mitad de la década del 2000, cada adjetivo de sabor era descrito como parte de la guía BJCP o competencias de homebrewer. Si echas un vistazo al modelo tradicional de las reseñas de la Brewers Association a finales de los 2000, a la manera concisa como los usuarios de Untappd deben economizar reseñas en 140 caracteres, la gente se ha apalancado en la creatividad para servir a sus necesidades.
— Alex Kidd, Don’t Drink Beer

Esto tuvo muchos efectos interesantes sobre el lenguaje alrededor de la cerveza. Lógicamente, las redes sociales abrirían el mundo de la cerveza a cualquiera que se encontrara con él. Fronteras y océanos podían ser atravesados con apenas un click, culturas e idiomas traducidos a través del tono y la puntuación. Y aún así, las divisiones entre la cerveza y el mundo se volvieron más tangibles.

“Hoy nos comunicamos mucho más de lo que lo hacíamos y existen más medios de los que podemos usar, así que los cambios son más visibles,” explica Angouri. “Te encuentras con diferentes comunidades y sus lenguajes más a menudo, y de maneras que hacen las barreras más visibles.”

En efecto, más personas eran conscientes de la existencia del mundo de la cerveza gracias a las redes sociales, pero también mucho más conscientes de que no residían en él. Palabras que los aficionados a la cerveza consideran a diario—“cask” y “keg,” “latas largas” y “750s”—se convirtieron en fuertes indicadores de identidad. A medida que la cerveza que tomamos se volvía más experimental, nuestro lenguaje lo hizo también. Nuestro vocabulario sólo tenía sentido para quien había tomado la misma cerveza o experimentado el mismo sabor que nosotros. Y mientras se expandía nuestro léxico, incluso fundamos nuevas palabras para experiencias viejas: un consumidor de Bud Light solo llamaría a su cerveza “cerveza,” pero un geek de la cerveza usaría palabras como “macro,” “de graduación alcohólica baja,” “adjunto” y “Pilsner.”

Influenciado por nuestro sentido innato de formar comunidades, creamos más palabras y más lenguajes únicos. Desear la calidez de nuestro propio mundo privado, dibujamos las cortinas, y nuestras palabras se tornaron hacia adentro.

“Esta es una cerveza agresiva. Probablemente no te gustará. Dudosamente tengas el gusto o la sofisticación para ser capaz de apreciar una ale de esta calidad y profundidad. Sugerimos que te mantengas en un territorio más seguro y familiar.”

El texto superior puede ser encontrado aún en botellas y latas de la Arrogant Bastard Ale de Stone Brewing. Fue lanzada en principio en 1997, y si bien la copia es una muestra de mercadeo provocativo, es un claro ejemplo de cerveceros y escritores en su búsqueda por crear una identidad alrededor de la cerveza—para incluir y excluir. En este ejemplo, palabras como “sofisticación” elevan a la cerveza, antes de decir activamente a aquellos que no entienden la broma, que circulen.

Mucha gente se pregunta por que la escena de la cerveza no es más diversa cuando el líquido en sí es universal. El lenguaje es una respuesta. En la adopción de una comunidad, creamos nuevas palabras—el tipo de palabras que podría ayudar a entender a forasteros—pero luego torció el significado más allá del reconocimiento.

Toma por ejemplo la palabra “dank.” Es una fea y áspera palabra asociada con áticos mohosos y sótanos húmedos. Si bien los entendidos saben que una cerveza “dank” es una mezcla de funky , marihuana, cebolla y notas a resina, fuera del mundo de la cerveza, se te perdonaría si piensas que la cerveza huele a un sótano húmedo. El nuevo uso positivo de “dank” se originó en las descripciones de cepas de cannabis de calidad, y que denotan ese potente aroma rico a aceites; también ha permeado el mundo digital en la forma de “dank memes.” Como resultado, dank ha pasado de insulto lúgubre a un preciado cumplido. 

De esa misma escena y sistema, también tenemos “crispy boi”: un término usado para describir cervezas frescas, y acondicionadas en frío con un carácter suave y refrescante en mente. De nuevo, la frase es un giro inusual de dos palabras establecidas; juega con el género, y toma un adjetivo que la mayoría de consumidores podrían reconocer (“crisp”), y lo transforma de manera extraña. Tal vez su función, es dibujar una línea entre las Lagers macro y aquellas fabricadas por cervecerías independientes célebres. Estas innovaciones lingüísticas dentro del mundo de la cerveza muestran su sentido de innovación e identidad fluida, pero también traiciona a su exclusividad.

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El mismo proceso puede ser visto en una de las más notables perversiones lingüísticas de la cerveza: “pastry.” Originalmente usado en el blog de sátira Don’t Drink Beer, “Pastry Stout” comenzó como una broma insulto a la proliferación de cervezas oscuras pesadas, dulces y llenas de adjuntos. Pero ahora se ha convertido en un estilo en si mismo, adoptado y venerado por una subsección del mundo cervecero. 

“Era un acuerdo tácito, con una parte peyorativa y una parte de generar consciencia,” dice Alex Kidd de Don’t Drink Beer. “Era a pesar de la afirmación furtiva de los cerveceros, ‘Si, sabemos que esta cerveza es ridícula,’ y el consumidor sin autoestima haciendo fila para comprar una en el calor húmedo de Tampa era como, ‘Y soy igual de ridículo y culpable por adoptar ese batido.’ La sinergia entre ambos es esta relación predicada en exceso; ambas partes son validadas.”

En el mundo digital, Pastry Stout ha tomado vida propia, y es tan común que incluso tiene su propia categoría en Untappd. Como señala Kidd, la mayoría de la gente que usa el término lo hacen con un guiño de conocimiento. La frase funciona como un insulto displicente tanto como una estampa de autoridad que puede ser usado por cualquiera que entienda el chiste. “Pastry Stout” fue un rechazo rebelde tanto al lenguaje Jacksonesco  y terminología técnica, pero también sirvió otra importante función: la contracción.

“El marco anterior del lenguaje de la cerveza era técnico y estéril,” comenta Kidd. “A mitad de la década del 2000, cada adjetivo de sabor era descrito como parte de la guía BJCP o competencias de homebrewer. Si echas un vistazo al modelo tradicional de las reseñas de la Brewers Association a finales de los 2000, a la manera concisa como los usuarios de Untappd deben economizar reseñas en 140 caracteres, la gente se ha apalancado en la creatividad para servir a sus necesidades.”

Esa creatividad, ejercida dentro de la cámara de eco del internet, ha tenido un efecto intrigante. Si bien miles de personas usan esas palabras nuevas y altamente contextualizadas, les imparten sus propios significados y experiencias. Mientras que en Río de Janeiro “juicy” puede asociarse a la acidez cítrica de sus Catharina Sours basadas en fermentación láctica, en New England, el término “juicy” se utiliza mayormente para describir las notas a mango maduro de una Hazy IPA. En el Reino Unido., “juicy” podría ser aplicado a las caramaltas y ésteres de frutos con carozo de las Bitters clásicas, mientras que en Bélgica podría denotar la leve acidez de una frambuesa madura. Así que el termino “juicy” parece significar diferentes cosas, y crece o mengua en función de las capas adicionales. 

El escritor sobre cervezas Chris Hall fue uno de los primeros en usar el término para describir dulzor residual y un gran carácter frutal, pero dice que “juicy” tenía más acepciones que esa. Se acuñó originalmente como “juicy banger”, lo que también incluía una referencia a la interminable tomabilidad de la cerveza, algo que no muchas cervezas hazy, juicy siquiera tratan de lograr.

[Nota del Editor: Chris Hall es un contribuidor de Good Beer Hunting.]

“No es solo un sabor,” dice Hall. “No vas a encontrarlo en la rueda de sabores, pero esa es la manera en la que la gente lo usa. El cervecero puede decir ‘juicy,’ la persona de marketing puede decir ‘juicy,’ el consumidor puede decir ‘juicy’—y todos pueden estar haciendo referencia a algo distinto. Y eso está bien, pero y ¿ahora como llamo a esto?”

Desafortunadamente, al lenguaje de la cerveza no le gusta verse en retrospectiva. Una limitación de caracteres y fast-scrolling significa que nos hacemos cada vez más creativos, pero también estamos reduciendo las palabras que usamos para comunicar la misma cosa. En un post de Instagram o un check-in de Untappd, ¿para que enlistar guayaba, mango, y piña cuando un simple “juicy” va al grano? 

“Pienso que lo simple no es lo más adecuado,” comenta Angouri. “Pienso que no le hace justicia al duro trabajo que hacemos en crear comunidades y desarrollar el lenguaje que necesitamos elaborar y codificar los significados que deseamos. Es una extensión del significado. Es como si comunidad le ha dado una capa extra de significado a esta palabra para indicar la vivencia de una experiencia específica por parte del grupo.”

El cervecero puede decir ‘juicy,’ la persona de marketing puede decir ‘juicy,’ el consumidor puede decir ‘juicy’—y todos pueden estar haciendo referencia a algo distinto. Y eso está bien, pero y ¿ahora como llamo a esto?
— Chris Hall, Beer Writer

Sin embargo, no siempre es útil la economía el lenguaje. Como muestra el término “cerveza artesanal”, existe una delgada línea para una palabra entre ganar capas de significado y volverse insignificante. 

“Hoy en día es como si los elementos impulsando el crecimiento de la cerveza son llamados ‘juice,’ ‘pastry’ y ‘sour,’” dice Hall. “No quiero ver a todos los estilos de cerveza colapsar en sí mismos y convertirse en solo esas tres cosas. Son términos accesibles pero también reductivos.”

Sin embargo, al mismo tiempo, la batalla por destacar durante el fast scrolling ha llevado a los nombres de la cerveza por una ruta extrema. Con regularidad nuevos lanzamientos hacen referencias a juegos de nicho y programas de TV—recurriendo frecuentemente a plagios de propiedad intelectual en su camino—y se han hecho mucho más largos que los nombres con los que solíamos describirlas. 

Ahora más de 2.500 geeks de la cerveza dan like a un post de Instagram que muestra la SOFT SWIRL PINA COLADA MILKSHAKE COCOALMONDCOFFEE MANGO LASSI GOSE de Omnipollo. Bajo esa línea encontrarás mucha perplejidad, pero en su mayoría comentarios de gente entusiasta. Entra al perfil de Instagram de cualquier cervecería de moda, y bajo cada foto de  “juicebomb” o “Pastry Stout” hay mensajes de “ISO” (acrónimo de “In search of”) y “FT” (acrónimo de “For Trade”): una ventana a la turbia subcomunidad de corredores de cerveza, también es un fenómeno reciente.

Las imágenes ya no tienen que hablar mil palabras: pueden decir una sola palabra y ahorrar en caracteres. Los emojis son la progresión lógica de la charla en texto, y se han convertido en un sujeto de estudio académico en lingüística, particularmente entre estudiantes que han crecido usandolas. Existe un debate sobre si constituyen o no un lenguaje, pero siendo una forma de comunicación no deben ser ignoradas.

“Existe un gran debate en la academia sobre donde dibujar los límites en términos de lenguaje,” dice Angouri. “Pero si lo piensas no como una forma verbal sino de interacción, te da una comprensión mas dinámica. Estás haciendo un uso diferente de tus recursos.”

No obstante, los recursos en este aspecto, se limitan a los emojis que tienes a disposición en tu dispositivo móvil. Donde hasta este punto el lenguaje de la cerveza siempre ha sido autoeditado, Apple y Google ahora deciden los recursos que tenemos a disposición. Existen 17 frutas en la última actualización de Android (16 si descuentas al tomate) y mientras otros alimentos como el pan, nueces, chocolate y un postre literal, pueden ser usados como descriptores de una cerveza, no están cerca del alcance de nuestros ricos lenguajes. 

Estos límites impuestos por los emojis podrían tener un impacto muy distinto en la forma como hablamos sobre cerveza. El maracuyá podría desaparecer como descriptor sin no existe un emoji que la represente, y no tendremos maneras de diferenciar notas de chocolate con leche o chocolate amargo. Por otra parte, también hay espacio para la invención y juego de palabras. Tal vez Brettanomyces será simbolizado por una cabeza de caballo, o el Lactobacillus por un envase de yogurt. ¿Se convertirá el emoji de unicornio IPA en una cerveza ultra particular inspirada en alguna golosina? 

Hablamos muchos sobre los retos que la cerveza artesanal—de hecho, de toda la cerveza—enfrenta en los próximos años. Un mercado saturado, adolescentes abstemios, deuda escalante, y ventas a corporaciones son elementos que amenazan al mundo de la cerveza como lo conocemos. Expresaremos nuestras esperanzas y miedos a través de la escritura, y esperamos que nuestras intenciones se mantengan tan claras como nuestros giros y reducciones de lenguaje bajo el peso de los interminables nuevos significados. ¿Hemos llevado nuestra jerga cervecera demasiado lejos, o hemos logrado reducirla a un léxico conciso y amigable que, una vez adoptado, puede abrir nuevos mundos de la comunicación?

Por ahora, la única respuesta a eso es ¯\_(ツ)_/¯.

Textos, Jonny Garrett
Ilustraciones, Ben Chaplek
Language

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