Ser propietaria de una tienda de cervezas y bar, no es lo que se suponía que Melissa Myers hiciera. Ella era una cervecera con formación—y una buena. Su primer trabajo, en una ahora difunta cervecería en Pennsylvania en el año ’96, se convirtió en un viaje en auto a través del país. El destino: California, donde todo lo relacionado a la cerveza estaba sucediendo.
A medio camino, se materializó un empleo en Colorado, y lo tomó. Eventualmente terminó su recorrido hasta el Pacífico, donde se empleó en una cervecería de California tras otra: Magnolia y Pyramid, Iron Springs y Drake’s. Luego de más de una década de trabajar en la industria, estaba segura que deseaba una fábrica propia.
Pero cuando fue el momento de su apertura, el destino decidió algo distinto. Corría el año 2008, y uno por uno, cada prospecto de inversor se declaró en bancarrota. El flujo de caja era escaso. Así que, luego de un período de inactividad, encontró su camino de vuelta a la cerveza—pero esta vez frente a una casa.
Cinco años atrás, luego de una campaña de crowdfunding y el apoyo de amigos invaluables y colegas de la industria de la cerveza, The Good Hop Bar & Bottle Shop abrió sus puertas en Oakland, California. Hoy, es uno de los mejores lugares para tomar cerveza en la bahía Este. No solo por el hecho de tener antiguos refrigeradores llenos de extrañas latas y botellas, o sus 16 líneas de servicio, o sus catas de cervezas o eventos con la comunidad. Sino también porque Melissa Myers es una anfitriona consumada y natural—y The Good Hop se ha creado a su imagen y semejanza.
Dicho esto, la fábrica de cerveza no es algo que se haya descartado del todo, y será parte de la próxima fase de The Good Hop, si las cosas andan bien. ¿Por ahora? funcionar como intermediario primordial entre cerveceros y consumidores, traduciendo las expectativas de los clientes a pintas llenas—es suficiente para hacerse de una carrera.
Good Beer Hunting: “Quería comenzar diciendo que he visto el video de tu crowdfunding de hace cinco años atrás, y realmente me gustó el momento donde dijiste, ‘Compromisos y rupturas sucederán en The Good Hop Bottle Shop. Decisiones importantes serán tomadas sentados en la barra.’ Como has trabajado para cultivar esa clase de hospitalidad?”
Melissa Myers: “Básicamente, Soy un bar de la esquina. Soy una esquina en el barrio en la que simplemente existe esta increíble variedad de cervezas. Todos mis bartenders saben que ese es nuestro ethos, así que cuando abrimos una cuenta para alguien, nos aseguramos de anotar su primer nombre, no su apellido. Tenemos clientes regulares que nos visitan con frecuencia, y sabemos cuando se van a casa a visitar a mamá. O hey, conocemos sobre el viaje que hicieron. O de hecho, se comprometieron en el bar y se casaron, y ayudamos en la tarea de hacerles llegar cerveza a la fiesta. Así que elijo a mi staff muy cuidadosamente, pero me aseguro que entienden y no solo sirven cervezas, van a conocer a mucha gente.”
GBH: “¿Qué tipo de rol juegas en la comunidad local, y como impacta tu ubicación al enfoque que tienes respecto de la hospitalidad?”
Melissa Myers: “Dado a mi desinterés por formar parte de la gentrificación y más una parte del barrio, de inmediato, cuando comencé a trabajar en la construcción de este lugar, tuve la oportunidad de conocer a la gente local. Son la gente que están en la acera la mayor parte del tiempo, y probablemente no sean nunca mis clientes, pero los veo a diario. Así que para mi, y también algo que pido a mis bartenders es—esas personas tienen nombres. Pregúntenles como están. Pienso que a través de eso, hemos podido conocer al barrio bastante bien. Y pienso que todo esto forma parte de no solo venir acá, formar parte de la gentrificación y quemar todo y construirlo de nuevo ¿no? O correr a esas personas y hacerlo un lugar diferente.”
GBH: “¿Has lanzado alguna iniciativa o eventos a nivel comunitario?”
Melissa Myers: “Inicialmente cuando abrí, Fuí a visitar todos los bares cerca de mi y fue como, ‘Hey, hagamos algo divertido juntos.’ Mi idea fue, hagamos algo llamado el club de la deslealtad en lugar del club de lealtad. Cada quien recibe una tarjeta, y obtiene dos sellos de un bar, luego dos sellos más de otro bar, y hacemos que la gente se mueva por todo el vecindario para mostrar que estamos todos juntos. Cada quien es diferente. Tenemos un bar de cocktails de lujo, y tenemos esta especie de jardín cervecero grunge, así como un bar irlandés y estamos nosotros.
No funcionó enseguida en absoluto. Dos de los bares no estaban interesados, Y luego abrimos nosotros y fue como, ‘Si, bueno, no tengo tiempo para esto.’ Pero desde entonces, hacemos un Chili Crawl anual. Esta cervecería lo patrocina, y cada bar elige una de sus cervezas y crea un chili con ella. Luego en ese día, obtienes una tarjeta y vas a cada bar a probar su chili, y votas por el que más te gustó. Definitivamente hace que la gente se mueva a otros bares.”
GBH: “Eso hace una muy buena transición hacia mi siguiente pregunta. Recibes en tu espacio gente que es nueva en el mundo de la cerveza y en todo el espectro hasta los más profesionales. ¿Que haces para crea un puente en esa brecha, y asegurarte que personas en todos los rangos de conocimientos sean bien servidos?”
Melissa Meyers: “Trabajo realmente fuerte para asegurarme que mis bartenders no muestren ese lado arrogante de la cerveza. Así que al mismo tiempo que exijo mucho conocimiento, siempre les pido que se aborden a alguien con, ‘Hey, no, no tenemos Budweiser, pero déjame que te sirva muestras de un par de cervezas y me digas que te gusta,’ en lugar de, ‘Ugh, no, no vendemos Bud.’
También hacemos algo llamado Sipping Sessions. Básicamente tomamos cinco cervezas del estante, dependiendo del tópico que elijamos. Así que hemos hecho Saisons. Hicimos una de Imperial Stouts una vez. Usualmente hacemos una cata de otoño. Y cuesta $20 por una flight. Es una manera de introducir a las personas ya sea al estilo o a algo en el refrigerador. Es una actividad casual. Luego con cada cervecería que agregamos a nuestras estanterías, hablamos sobre su ubicación y sus inicios, y cualquier información que consideremos pertinente. Es una grana manera con bajo presupuesto, de probar un montón de cervezas que de otra manera no te atreverías a probar.”
GBH: “Como tienda de cervezas y bar, eres un intermediario entre las cervecerías y el público. Estás en la línea de enfrente, educando consumidores, empujando ciertas cervecerías, tal vez eligiendo no apoyar a algunas otras cervecerías. Sientes que existen presiones inherentes a ese rol?”
Melissa Myers: “En realidad, si. Es interesante venir con mis antecedentes, el cual es, ser un cervecero, ¿cierto? Una nueva cervecería estaba intentando comenzar a empacar su producto y les dije, ‘Trae a tu equipo de diseño y vean lo que hay en los anaqueles.’ No tengo problema en decirles lo que se vende y lo que no, basado literalmente en la apariencia de las latas. Las veo todo el tiempo. Somos un museo rotatorio de etiquetas de cerveza. Puedo decirte, ‘Oh, ¿sabes por qué no se vende esa? Porque es una lata negra y nadie puede verla.’ Siempre invito a cervecerías a preguntarme las razones por las que creo que algo se vende o no.
Luego por otro lado—somos la voz para todas esas cervecerías. Tenemos reuniones de staff una vez por semana, y hago que prueben entre 8 y 12 cervezas distintas. Si prueban algo y su reacción es algo como, ‘Oh Dios, esto es realmente bueno,’ Luego en el momento en el que un cliente entra, lo recomendarán. Y ese tipo de educación no proviene de las cervecerías. Es nuestra oportunidad de educarnos.”
GBH: “En los últimos cinco años, ¿como se ha alterado el enfoque de tu negocio respecto a la manera como lo veías cuando comenzaste?”
Melissa Myers: “Cuando abrí, No ofrecía ningún vino. Y era bastante inflexible al respecto, porque éramos un bar de cervezas. Pero resulta que si tienes un grupo de cuatro personas que saldrán juntos y uno de ellos no toma cerveza, van a preferir ir a otro lugar. Así que me tomó cerca de un año, hasta que finalmente cedí. Honestamente, no vendemos mucho vino. Pero podemos ofrecer otras opciones que permitan a las personas experimentarnos.
Pienso que lo otro es que, Cuando abrimos inicialmente, Decidí que no seríamos snobs de la cerveza, pero definitivamente vamos a ser ‘cerveza, cerveza, cerveza,’ y se hizo rápidamente evidente que lo que necesitaba este barrio era un bar del barrio. Aunque tenemos una gran variedad de selecciones de cerveza, y estoy muy orgullosa de eso, no invado a los consumidores con información ñoña y extraña sobre ellas, a menos que pregunten.”
GBH: “Has hecho referencia sobre esto de manera separada, pero parece que el entrenamiento del personal es realmente una parte importante de de comunicar tu ethos, y asegurarte de que la gente se sienta bienvenida. ¿Que consideras que deberían hacer las tiendas de cervezas y bares respecto al entrenamiento de su staff?
Melissa Myers: “Considero sin duda alguna, que el conocimiento sobre cerveza de cada bartender es crucial. No contrataré a alguien que solo pueda trabajar en McDonald's, ¿sabes? Tienes que estar mejor preparado que eso, y tienes que tener conocimiento específico sobre cervezas. Cuando contrato a alguien, hago una cata a ciegas con la persona, que suele ser bastante abrumador, según me han comentado—y no se supone que lo sea! Le doy dos cervezas que sean bastante similares, así que les doy dos cervezas ligeras. Y el objetivo no es que sepan lo que son, ‘Esto es una Kölsch de tal cervecería.’ Lo que quiero ver es la manera como comunica las dos cervezas que tiene enfrente. Si soy un cliente y digo, ‘Hey, que tienen que sea ligero?’ Quiero escuchar como van a contarme las diferencias entre esas dos cervezas. La mayor parte de ser un bartender no es servir cervezas. Es extraer información del cliente para que puedas encontrar posiblemente la mejor cerveza para él,la mejor posible experiencia o el mejor momento que puedan pasar en este lugar.”
GBH: “Y una parte clave de esa ecuación es asegurarse que el líquido que tienes en mano es tan delicioso como puede ser. ¿Como eliges quien obtiene espacio en el anaquel y una línea en el lineup de cerveza tirada? ¿Que elemento sería intolerable para ti, en términos de no perseguir una relación comercial con una cervecería?”
Melissa Myers: “Esa es la pregunta del millón de dólares acá. Hago tratos con cerca de nueve distribuidores, y cada Lunes tengo cerca de entre 60 y 75 emails de cervecerías. Eso es cada semana.
Tratamos en absoluto de no hablar de políticas, como políticas de la cervecería aca en el bar. Pero si una cervecería se comporta de manera inadecuada o es vendida a un gran conglomerado, tratamos de enfocarnos en cervecerías de corte independiente. Y tratamos de no hacer ningún alboroto al respecto, pero de manera silenciosa dejaré de pedir cerveza de esas marcas. Frecuentemente mis clientes tienen un buen nivel de conocimiento, y notaré que las ventas tendrán una caída drástica de esos productos, así que cuando se terminan no las pediré de vuelta. es motivado por los consumidores.
Luego están las cervecerías que están de moda, y obviamente quieres llenar tus estanterías con ellas, pero también están las pequeñas cervecerías, y algunas veces tienen una cerveza que está increíble, la colocas y es como, si! y luego la siguiente cerveza no está tan increíble y se convierte en una carga. Pero trato de recordar que cada cerveza es diferente y que incluso cada lote es diferente.
90% de todas las botellas y latas en mis estanterías son de California. Y eso no quiere decir que no haya cervezas increíbles siendo fabricadas alrededor de todo el país o el mundo. Pero mis contactos cerveceros están todos en California. He estado fabricando cerveza acá desde el año '99. Así que es muy agradable apoyar a la gente que conozco, y creo que ellos están haciendo muy buena cerveza.”