En 1992, Subaru reveló su razonable Impreza hatchback con un spot publicitario en el que aparecía un Jeremy Davies desarreglado, pre-“Saving Private Ryan” con la actitud generalizada de los jóvenes alternativos de aquella época, que se resume en hablar muy rápido. La declaración de tesis que Davies hace sobre el Impreza es esta declaración desafortunada e inmortalizada: “Este auto es como el punk rock!” adicionalmente, el comercial en sí mismo es tan parecido al punk rock en el sentido que es desagradable tanto a la vista como a los oídos.
La campaña no tuvo buenos resultados. Si existe un grupo de gente a la que le gusta bufonear más que los Jeremy Davies de 1992, son los críticos del rock. Y el tópico favorito de los críticos de rock quienes eran jóvenes en el año que el punk entró en escena—y en sus cuarentas a la altura de la era del grunge—fue que era punk y que no lo era. ¿Alguna vez te has preguntado sobre eso? ¡No lo hagas! Los abanderados auto designados de la cultura se vuelven realmente intensos alrededor del tema del punk rock, y puedo garantizarte que desearás el destino de GG Allin* antes que termine la conversación.
[*GG Allin fue una personalidad del punk rock de Nueva York quien planeó suicidarse en uno de sus conciertos vía TNT insertado en su recto. Terminó muriendo de una sobredosis antes de tener la oportunidad. Si quieres ver a Dios reír, planea introducirte una dinamita en el trasero.]
Traigo todo esto a colación porque soy un abanderado auto designado en mis cuarentas ahora, para poder decirte lo siguiente con autoridad: White Claw y las otras marcas menos conocidas de hard seltzer son lo más punk que hay, y si dejamos de quejarnos de ellos durante 5 minutos, podrían salvar a la industria de la cerveza de si misma.
Justo como el punk destiló al rock a sus ingredientes esenciales (tres acordes y padres aterrados), los seltzer con alcohol nos transportan de vuelta a las bases de la bebida. Si bien los cerveceros independientes estaban agregando notas de pino, frutos con carozo, y cardamomo a sus productos, las mentes detrás de White Claw hizo un cuestionamiento que hizo eco en el estudiante universitario en todos nosotros: ¿Que pasaría si el agua te intoxicara? Malcolm McLaren, el empresario de Sex Pistols no lo pudo haber hecho mejor.
Echemos un vistazo a lo que ha pasado en la cerveza en los últimos años. La industria está experimentando su crecimiento más lento en una década a medida que los consumidores gravitan lentamente hacia el vino, destilados, y la vertiginosa industria del cannabis. Y dentro de las ventas de cerveza, las predecibles y perfectamente sabrosas lagers domésticas que nos acompañaron durante la universidad—tus Bud Lights, tus Miller High Lifes, tus Pabst Blue Ribbons—han estado disminuyendo consistentemente su cuota en el mercado. Las cervecerías artesanales están tomando el relevo, con las India Pale Ales liderando al frente.
“Si bien los cerveceros independientes estaban agregando notas de pino, frutos con carozo, y cardamomo a sus productos, las mentes detrás de White Claw hizo un cuestionamiento que hizo eco en el estudiante universitario en todos nosotros: ¿Que pasaría si el agua te intoxicara?”
Estas son buenas noticias para pequeñas cervecerías locales y personas que fabrican cerveza en sus garajes. Pero esta es la verdad absoluta inclusos sobre las mejores IPAs: mientras que la respuesta a la cuestión de si saben bien o mal recae sobre el consumidor en última instancia, podemos estar de acuerdo en que tienen mucho sabor. Cada una tiene un perfil de sabor único, complejo y en evolución, y cada una replica la experiencia de colocarte una batería de 9 voltios en la lengua durante toda una tarde. Pueden llegar a ser muy alcohólicas o lupuladas o ambas, y frecuentemente las personas que las ordenan suelen ser caricaturas de sí mismas.
Lo mismo pasó con el rock ‘n’ roll en la década de los 70. El género había logrado un salto cualitativo en la década entre “Please Please Me” de The Beatles y “Dark Side Of The Moon,” de Pink Floyd, y muchos músicos tomaron las lecciones equivocadas de esa evolución. Si el rock se estaba volviendo más complejo, más virtuoso, entonces tal vez, más cargado significaba mejor música. De esta manera nació Yes; y Emerson, Lake and Palmer; y el Génesis antes de los spot publicitarios de cerveza. Llegaron las canciones de nueve minutos, y álbumes conceptuales, y solos de batería.
Las cosas se pusieron realmente barrocas por un segundo, y tomó solo un puñado de niños pobres sin talentos musicales particulares, indicarnos lo que debíamos escuchar: practica tus escalas todo lo que quieras, pero los jóvenes a veces solo quieres gritar al unísono de una simple y estúpida canción.
Lo que nos trae a la realmente alocada tendencia del seltzer, una idea tan brillante que solo a un idiota puede habérsele ocurrido: ¿y que si alguien más se hubiese tomado la molestia de colocar alcohol en tu LaCroix? ¿Y que si en lugar de una compleja mezcla de sabores, tuvieses ganas de, por decir algo, sabor a lima? White Claw te ofrece esto y nada más; Había planeado incluir notas de cata en este ensayo, pero luego de un sorbo, garabateé “¡burbujas!” y luego no anoté nada más.
Luego de algunos años de ver el surgimiento de la mixología y los bitters artesanales, el hard seltzer tenía un sentido de inevitabilidad. “UN factor preponderante en la actual popularidad del hard seltzer es lo que no es: difícil o aspiracional,” escribió Amanda Mull recientemente en The Atlantic. “Ser un consumidor joven con onda tenía un montón de reglas arbitrarias hace una década. Durante la mayoría de la década del 2010, las tendencias sobre el alcohol se habían centrado alrededor de las ediciones limitadas, cervezas artesanales de alta graduación alcohólica y cócteles cargados ensamblados de manera profesional.”
White Claw no es algo por lo que un bartender de chaleco y tirantes se preocupe particularmente. White Claw es alcohol impregnado en Skittles. En otras palabras: felicitaciones por todos esos solos de flauta, Jethro Tull, pero acá viene The Ramones. ¿En otras palabras? Buen intento tratando de hacer ruido con un disco sobre Jesús con tres docenas de contribuidores, Kanye—algún joven en Florida se está comiendo tu almuerzo subiendo 10 canciones a SoundCloud en una tarde, por sí mismo.
“¿Y que si alguien más se hubiese tomado la molestia de colocar alcohol en tu LaCroix? ¿Y que si en lugar de una compleja mezcla de sabores, tuvieses ganas de, por decir algo, sabor a lima? ”
Es tanto simple como astuto mirar hacia la otra gran vorágines en la industria: la cerveza baja en calorías para deportistas. La lager doméstica producida en masa que ha logrado contener la tendencia negativa es Michelob Ultra, una cerveza tan suave que Joni Mitchell puedo haberle dedicado una canción por el año 1971. Ultra es una cerveza que no te agobiará, que se siente bien luego de correr en una tarde soleada, que realmente, literalmente no puede embriagarte, sin importar cuantas logres tomar. Ultra es la actual respuesta de la industria a las pesadas Oatmeal Stouts del mundo de la cerveza artesanal—solo era cuestión de tiempo antes que alguien fuese un paso más allá y dijera: “Vamos a deshacernos incluso de esa pequeño ápice de sabor a cerveza.”
El Hard seltzer nos retorna a los fundamentos, y en el segmento del alcohol suave, los fundamentos son “pasarla un poco bien junto a algunos amigos.” La cerveza artesanal podría compararse con los solos de guitarra de Yngwie Malmsteen, pero no nos olvidemos: nadie ha cantado un solo de guitarra de Yngwie Malmsteen. Deja que tu brewpub local fabrique una turbia Milkshake IPA que deslumbra tu paladar al principio, pero te desgasta después de unos sorbos. White Claw llegó para hacer durar tus fiestas y susurrar un rumor de pomelo rosado en tu boca durante toda la noche.
En 2019, White Claw nos colocó en perspectiva de lo que es realmente importante cuando se trata de bebidas: se supone que deben ser divertidas. Tal vez la lección de su repentina e inmensa popularidad es relajarnos en lo que refiere a las bebidas alcohólicas. Luego de casi una década de tener que esperar infinitamente por mi Michelob Ultra porque la persona frente a mí pidió un cóctel que requería machacar bayas y hierbas, Me entusiasma que la bebida popular de este año tenga un sabor llamado “Pure,” lo que te hace pensar en “nada en particular.” Es insignificante, lo cual es lo que una bebida alcohólica enlatada y fría debería ser.
Como siempre sucede al principio de una nueva tendencia, lo grandes no pudieron vencer, así que se unieron. Una línea con marca Bud Light de seltzer alcohólicos llegarán al mercado el primer trimestre de 2020.¿Y por qué no? Incluso The Village People eventualmente tocó new wave.
La cálida humedad de 2019 no fue una opaca, juice-bomb IPA. La gran cosa del mundo de las bebidas alcohólicas no requirió entrenamiento ni notas de cata. Era agua con algo de alcohol dentro. Fue hecha realidad de manera eficiente e inteligentemente, y tan simple que venció a las marcas más grandes de la industria.
No le diré a Jeremy Davies si tu tampoco lo haces.
Textos, Dave HolmesIlustraciones, Justin Santora
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