Tanto las granjas como cervecerías, son rubros que anclan a las personas a las fuentes de su consumo. Las granjas proveen a las cervecerías fruta fresca, lúpulo y cereales. Pueden ser una fuente de levaduras endógenas y agua de pozo local. No es de sorprenderse que un creciente número de cervecerías hayan invertido en granjas de su propiedad, redefiniendo así el significado de producir cervezas “farmhouse”.
En 2016, Jester King Brewery convirtió su propiedad a las afueras de Austin en tierra de labranza: Sus 67 hectáreas están dedicadas ahora al cultivo de variedad de frutas, lúpulos y uvas de vino, así como también sirviendo de refugio para animales de campo (que incluye un adorable rebaño de cabras). Este año, Tree House Brewing Company en Massachusetts añadió a su lista de locaciones el huerto y frementatorio agrícola de la compañía llamado Tree House Orchard & Farm Fermentory, justo en la frontera con Connecticut. El sitio es una granja de 40 hectáreas con ganado alimentado a pasto, huertos y agricultura sostenida por la comunidad.
Luego están los granjeros que se convirtieron en cerveceros. No son tan frecuentes como el caso inverso, pero un creciente número de pequeñas cervecerías se están instalando en espacios agrícolas modificados. Aquellos que eligen tomar tal ocupación aceptan una vida de largas jornadas y de trabajo físico exhaustivo, todo con las esperanza de que su compromiso rinda frutos. Y eso nos trae al estado de Rhode Island.
Mientras conduzco por una carretera de tierra, paso a través de filas de pinos navideños y plantaciones de lúpulo. Frente a un viejo establo, dos labradores—uno negro y otro dorado—duermen. Al abrirse la puerta del establo, Matt Richardson, co-propietario y brewer en Tilted Barn Brewery, emerge.
Ciertamente luce como parte de la granja. Usa un gorro de Tilted Barn, pantalones Carhartt, y botas de trabajo que parecen soportar todo desde derrames de cerveza hasta una bosta de burro. Sin querer perderse de nada, los perros, Tupelo y Summit, se levantan y refriegan contra mis piernas mientras Matt se presenta.
Matt y su esposa Kara operan y gestionan Tilted Barn Brewery en Exeter, Rhode Island (cerca de 25 kilómetros al sur de Providence). Según su estimación, Es la primera cerveza rural en todo el estado. El hogar de su familia se asienta a menos de 100 metros del establo “torcido”, que aloja el espacio de producción y el taproom.
La propiedad conjunta tiene todos los sellos distintivos de un hogar familiar con cuatro hijos, mezclado con algún equipamiento industrial. Una van gris se estaciona en la calzada, y hay una mesa de picnic Playskool donde sus dos hijas mayores venden galletas de Girl Scout y vegetales durante las horas de apertura del taproom. Juguetes dispersados entre tarrinas de bagazo, lonas, tractores, y pallets de madera. Cruzando el estacionamiento hay un corral que alberga a dos burros (Jack y Harley) y cuatro ovejas (Snowball, Asteroid, Tic Tac, y Willa).
El padre en la distancia, levanta una colina con rocas: el lugar de la futura planta de producción de 30 BBL de Tilted Barn, que por ahora es un espacio vacío.
Los abuelos de Kara compraron la granja en 1954. En aquella época, usaban la tierra para cultivar pinos navideños. Kara fue criada en la granja de sus padres, ubicada más adelante en el camino, mientras que Matt creció no muy lejos de ahí, en Warwick. Ambos se conocieron en 2000 en las granjas Schartner en Exeter, mientras trabajaban en su invernadero.
Si bien el trabajo agrícola era algo innato en ambos, su apreciación por la cerveza se desarrolló después. Durante sus años universitarios en Vermont, vivieron al lado de Matt y Renee Nadeau: propietarios de Rock Art Brewery, una de las primeras cervecerías artesanales del estado. “volver a Rhode Island en 2004 fue shock,” comenta Matt. “Hacer la transición de un estado con gran cerveza como Vermont hasta Rhode Island—con literalmente una cervecería—fue difícil. Fue eso lo que plantó la primera semilla para lo que se convertiría en Tilted Barn.”
Poco luego después de su matrimonio en 2007, La abuela de Kara enfermó, así que la pareja se mudó para ayudar a mantener la granja. En el momento en que Kara quedó embarazada de su primera hija, Violet, su madre se mudó también para ayudarla. “En un punto hubo cuatro generaciones de mujeres bajo el mismo techo,” dice Kara. “y Matt.” Con la idea de mantener la granja de pinos navideños en la familia, Matt y Kara oficialmente compraron la propiedad a su abuela en 2011.
Desde el exterior, daría la impresión que la pareja entró a la agricultura de manera accidental, pero ambos sintieron desde temprano una atracción por la tierra. “No se si siempre quise ser una agricultora, pero siempre me agradó vivir en el campo,” comenta Kara. “Mi hermano y yo cuidábamos de los árboles cuando los abuelos ya no podían hacerlo. Me gusta trabajar en exteriores. He aprendido sobre el trabajo duro a través de la agricultura.”
Para Matt, trabajar a tiempo completo en la granja siempre se sintió como una meta, incluso antes de que surgiera la idea de Tilted Barn. “Inicialmente me desempeñaba como consultor ambiental, luego conseguí un empleo en el departamento de Agricultura del Estado,” dice. “Me dedicaba a visitar a personas en sus granjas, viendo lo que habían hecho, que negocios locales habían fundado, y pensaba que era eso a lo que quería llegar.”
En 2007, Matt y Joel, el hermano de Kara, comenzaron a cultivar lúpulo en la granja, vendiendo a pequeñas cervecerías y cerveceros caseros, bajo el nombre Ocean State Hops. Rápidamente aprendieron, sin embargo, que el cultivo de lúpulo a pequeña escala era trabajo de de extrema intensidad y no muy lucrativo. “Es un dolor de cabeza. Es trabajo extremo a menos que compres maquinaria costosa y especializada que lo haga todo por ti, —que no podíamos adquirir a esa escala. Mi pasión era el producto final, Así que junto a Kara decidimos fundar Tilted Barn y enfocarnos en cultivar nuestros propios ingredientes para usarlos en nuestras cervezas.”
Desprovistos de inversión externa, la pareja compró lo que pudieron en aquel momento de una cerveza recientemente difunta: un bloque de producción de 2 BBL con fermentadores del mismo volumen. Costó cada centavo que tenían.
“El consejo que recibí fue que no lo hiciera. Que no valía la pena. Es demasiado trabajo. Nunca tendrás éxito,” recuerda Matt, luciendo abatido, por un breve momento.
Haciendo a un lado el nombre, Tilted Barn realmente nació en un pequeño cobertizo adyacente a un establo. Llamar “escaso” al lugar sería generoso. “Teníamos un pequeño bar sobre ruedas que movíamos a un lado en los días de cocción, y luego en los días en los que estábamos abiertos lo movíamos de vuelta hasta aquí” Matt comenta, indicando con sus manos un lugar no más ancho que el de sus brazos desplegados. “Este fue nuestro primer taproom. Fue una locura.”
Mientras tanto, el establo estaba repleto de basura de sus vidas anteriores, el segundo piso se estaba cayendo a pedazos, y Matt y Kara pronto aprendieron que nada estaba derecho y en su lugar (lo que dió el nombre a su cervecería). Ellos aplicaron—y ganaron—una subvención de $20.000 a través de un programa estatal diseñado para promover la agricultura y el cultivo en el estado de Rhode Island. Los fondos les permitieron eventualmente, convertir el dilapidado establo en una cerveza en función y taproom, inspirada en parte en otras cervecerías rurales de New England.
“Hay una buena cantidad de aspectos problemáticos de estar en una granja que la gente no entiende,” Matt comenta, enumerandolos con los dedos. “No ha servicios públicos, recibir proveedores desde un trailer de tractor en un camino de tierra de casi un kilómetro, incontables horas de palear nieve en el invierno. Hill Farmstead ha sido una inspiración para tantos cerveceros, incluyendome. Sentí una gran motivación sobre el hecho que Shaun se encuentre en una locación rural, fuera de los caminos transitados, haciendo cervezas con agua de pozo profundo.”
Dado el interés de Matt en el cultivo de lúpulo, Tilted Barn comenzó como una cervecería con enfoque en lupuladas, y comenzó con Hazy IPAs, DIPAs, y Pale Ales. Fabricar cerveza era intimidante al principio. La experiencia previa de Matt en el proceso estaba limitada a un kit casero rudimentario que le había regalado Kara en 2006.
“Nunca fuí uno de esos cerveceros caseros con tremendo equipamiento,” comenta. “Con formación en ciencias, solo investigué y leí mucho. En ocasiones probaba técnicas, otras veces no. Si pudiese comenzar de nuevo, Me hubiese hecho voluntario en alguna cervecería durante algún tiempo. El proceso de fabricación es el mismo, pero el equipamiento a esta escala conlleva a una curva de aprendizaje más pronunciada.”
La pareja ha tenido que superar algunos obstáculos de zonificación, y crear un borrador de primera ordenanza de Exeter que permita la operatividad de cervecerías rurales. En este proceso, Dave Witham de Proclamation Ale Company en Warwick estuvo allí para ofrecer su apoyo.
“Dave básicamente abrió un año antes que nosotros,” dice Matt, sonriendo. “Hemos aprendido siempre de sus errores. Él siempre está dispuesto a compartir su experiencia, lo que es extraordinario para nosotros.”
La disposición de Dave de comunicar los aciertos y fracasos de Proclamation ha sido un broma continua entre ambos amigos. “En Proclamation tratamos de hacer algo, la embarramos, y encontramos la manera correcta de hacerlo. Luego aparece Matt con su gran sonrisa, pregunta sobre alguna cosa en particular, y obtiene la respuesta. Así que eso es lo que somos acá: el laboratorio de Investigación y desarrollo de Matt.”
Independientemente del gran numero de retos iniciales, Tilted Barn abrió formalmente sus puertas en Noviembre de 2014. “Aún estoy asombrado de lo que logramos conseguir después del primer año, considerando en retrospectiva lo poco que sabíamos,” comenta Matt. “La gente viene a mi pidiendo consejos y pienso, ‘Hombre, me sorprende que haya funcionado—y hay mucho trabajo involucrado.’ Comencé a responder eso a la gente y luego paré. No quería escuchar eso en nuestra apertura. Lo que quieres escuchar es que valió la pena—solo coloca un poco de esfuerzo adicional.”
Las 26 cervecerías de Rhode Island representan apenas una astilla de las más de 7.000 cervecerías que operan en los Estados Unidos hoy. Ese numero resulta abrumador en principio, considerando el robusto turismo costero de este estado oceánico y la proximidad a los destinos cerveceros de New England al igual que Massachusetts, Maine, y Vermont. La marcada diferencia es atribuible en gran parte a leyes locales sobre ventas en-lugar, lo que los ha rezagado frente a estados vecinos, y en última instancia ha dificultado el turismo.
Cuando Tilted Barn abrió, solo les era permitido vender 2 litros de cerveza por persona. Esta normativa limitó su producción a apenas 250–300 BBL en sus primeros años. En 2016, sin embargo, Rhode Island incrementó el límite, y las ventas de las cervecerías se incrementarían hasta el punto en el que Matt pudo renunciar a su trabajo en la USDA. El incremento en la demanda también condujo a Matt and Kara a crecer hasta un sistema de 7-BBL con fermentadores de 7-, 10-, and 15-BBL. La producción se expandió hacia el nuevo establo, y en 2017, Tilted Barn adquirió su propia línea de enlatado. Las etiquetas con diseños personalizados pronto le siguieron.
Esta combinación de factores, y el incremento del límite de venta hasta 8.5 litros por persona (el equivalente a 18 latas de 16oz), contribuyeron al crecimiento sostenido de Tilted Barn año a año. En 2018, produjo 1.000 BBLs. Aunque su producción es aún significativamente menor en comparación con otras cervecerías de New England, Kara y Matt se sienten orgullosos, más allá de los planes de instalar líneas de su cerveza en algunos restaurantes locales, que tuviese que venderse, de otra manera, exclusivamente en su granja.
Existen aún algunos retos especiales de operar una cervecería artesanal en Rhode Island. Aunque los límites por persona se han incrementado, Matt siente que las cervecerías del estado están aún en desventaja. “Hasta que algunas leyes desactualizadas y restricciones existentes sean cambiadas, continuaremos en la retaguardia de nuestros vecinos de New England.”
Afortunadamente, Las cervecerías de Rhode Island tienen un abogado que entiende los obstáculos: Gary, el padre de Matt. Además de conducir el tráfico en el estacionamiento de la cervecería los fines de semana, también sirve como director ejecutivo y fundador del gremio de cerveceros de Rhode Island.
En un estado con dificultades para atraer turistas de la cerveza, y dentro de un mercado nacional de cerveza casi alcanzando la saturación de Hazy IPAs, Kara y Matt están dispuestos a un cambio de paradigma. “Creo que va a desacelerar,” Matt comenta en referencia al estilo, sonando marcadamente tranquilo. “No es que la gente va a dejar de tomarlas. Pienso que eventualmente los paladares van a saturarse.”
Aunque no hay planes de abandonar las cervezas lupuladas en el repertorio de Tilted Barn (o dejar de cultivar lúpulo), la futura expansión provee una oportunidad para expandir el portafolio de la marca. La cervecería pretende ahora agregar Pilsners, cervezas de fermentación mixta y añejadas en foeders, Saisons, y cervezas con frutas cultivadas en la granja con levaduras salvajes capturadas y aisladas por Matt en el sitio. Como la mayoría de cosas, Matt ve este cambio de enfoque con buenos ojos. “Es genial ver a gente dispuesta a salir de su caja. Me emociona no solo tener una mayor variedad para nuestros clientes, sino retarme también como cervecero y experimentar realmente con nuevos estilos e ingredientes.”
Para expandir al equipo de producción, Matt contrató a Cobi LaBine, antiguamente de Jack’s Abby Brewing en Springdale, en Agosto de 2018. “Su pasión por el oficio se hizo evidente casi de inmediato,” Matt comenta, “y estábamos buscando profundizar el área de fermentaciones mixtas y programa de barricas, que es su especialidad en Springdale.”
Mudarse a una cervecería más pequeña fue un ajuste perfecto también para Cobi. “Siempre estaba en la parte trasera de la planta, rodeado de acero inoxidable, y no tenía la oportunidad de interactuar con los consumidores,” dice mientras arrastra una manguera por el piso de la cervecería. “Una gran parte del disfrute de esto es poder ver las reacciones de las personas.”
El invierno pasado, Tilted Barn colaboró con Fox Farm Brewery en Salem, Connecticut. Juntos, hicieron una farmhouse ale usando el coolship de Fox Farm y levaduras nativas de ambas cervecerías. La asociación fue algo natural. “La experiencia compartida de fabricar en locaciones como las nuestras es tan personal como profesional,” dice el propietario y cervecero de Fox Farm Zack Adams. “Ambos estamos tratando de encontrar el balance entre gerenciar una cervecería y tienda al mismo tiempo que levantamos una familia, todo en el mismo lugar—todo mientras tratamos de preservar una parte de la granja. Es un entorno de vida/trabajo tan único que no podemos sentir otra cosa que una gran conexión.”
Cuando Matt decidió expandirse a otros estilos, también quería probar las mejores cervezas de fermentación mixta de Estados Unidos. La manera más sencilla de hacerlo era a través del intercambio. así que Matt creó un perfil en Beer Advocate y publicó su primera solicitud de intercambio:
En busca de: Saisons de fermentación mixta
Para Intercambio: Tilted Barn fresca y consistente
“Coloqué la publicación y desconocía si habría alguna reacción,” comenta Matt, riéndose de si mismo de manera incomoda. “Luego fue como ping, ping, ping. Así que tengo a alguien de Hill Farmstead ahora. Uno de Fonta Flora ahora. En cada momento en que no estoy cocinando, o tengo algún rato libre estoy empacando cerveza. La vendedora en Staples ya se sabe mi nombre.”
Cobi no pestañea en reprochar a Matt sobre el tema. “Recibimos un envío de levaduras [cuya caja] pretendía reciclar al final del día y Matt dijo, ‘Whoa whoa whoa, es una buena caja para envíos.’”
Aunado a las exigencias de gerenciar una cervecería y una familia, Matt y Kara lo hacen todo mientras crían cuatro hijos. Violet (ocho), Libby (seis), Milo (tres), y Tate (casi uno) son tan parte de la identidad de la cervecería como su locación.
La vida de Kara y Matt es típica, en algunas maneras. Esquivan los camiones de Milo en su camino a la cocina, y la mesa sigue siendo una colección de utensilios plásticos, vasos Paw Patrol y cartas de San Valentín cubiertas en brillantina.
Sin embargo, a pesar de la “normalidad,” pocos niños pasan sus días de la manera que lo hacen los Richardson. Cuando Violet y Libby eran más pequeñas, subían bagazo de malta al segundo piso para mezclar en sus “pócimas de bruja”; hoy, ambas ayudan en el taproom. Milo pasa a visitar a Matt y Cobi cuando sus hermanas están en la escuela. Y todos se pasean entre las multitudes de gente que visitan su patio cada fin de semana.
“Cuando Violet sirve en el taproom, la gente se toma fotos con ella,” comenta Cobi.
“Es una pequeña celebridad.”
En contraste a su hermana mayor, Matt apuesta a Libby para ser la futura maestra cervecera. “Libby prefiere estar acá por si misma. Le gusta trabajar, ensuciarse las manos.”
Por tal razón, tener experiencia previa en cervecería no era el único requisito que Matt tenía en mente en el momento de contratar a Cobi. “Ser capaces no sólo de tolerar, sino de interactuar con nuestra familia era una consideración importante. Se pasó una buena cantidad de tiempo atrapando ranas en el estanque y jugando con los niños durante sus primera visitas. Él y Milo se hicieron mejores amigos casi de inmediato.”
Enclavados en uno de los tanques de la fábrica hay dos dinosaurios verdes, juguetes de la infancia de Cobi y una broma interna entre él y Milo. “Hay un dinosaurio verde en cada uno de los sacos de malta Rahr Malting,” dice Cobi. “En cierto punto, justo cuando estaba comenzando a conocer a Milo, se impresionó con el dinosaurio. Así que pensé, ‘Tengo una idea. Voy a hacer del dinosaurio de la malta Rahr algo real.’ Mientras tiraba la malta al macerador, él entró y yo tenía al dinosaurio dentro del saco. Justo cuando estaba a punto de decir algo lo saqué para que lo viera y su cerebro explotó.”
Aunque el trabajo y la vida familiar se intersectan en Tilted Barn, Kara y Matt han reservado los domingos como su “día sagrado,” solo para la familia. “colocamos una cuerda en la entrada al estacionamiento,” Matt dice, señalando hacia el patio. “No creerías la cantidad de gente que se acerca hasta la entrada y se devuelve. Los niños le llaman los mirones.”
En el medio de criar a cuatro hijos y gestionar una granja, ambos Matt y Kara son empleados de la cervecería a tiempo completo. Matt está a cargo de la producción, y trabaja detrás de la barra la mayoría de los viernes y sábados. Kara organiza al staff del taproom, y se encarga de los artes de las etiquetas y mercancías.
El funcionamiento de la cervecería aún depende en gran medida de amigos y familiares. Su amigo Stew trabaja a tiempo parcial, gestionando el empacado y el servicio durante los turnos abiertos. La madre de Kara, Judy, ayuda a etiquetar las latas y ayuda con el cuidado de los niños cuando se le necesita, mientras que el padre de Matt, Gary, dirige el tráfico los fines de semana. Su hermana, Amanda, maneja las cuentas de redes sociales de Tilted Barn, ella y el hermano de Kara, Joel, también hacen trabajo voluntario en el bar los fines de semana.
Independientemente de los considerables retos que representa, Matt y Kara han cultivado una experiencia única para el consumidor. Erica Vigneau, prima de Kara, estudió arte y diseño gráfico y asiste a Kara con los diseños de etiquetas. “Han hecho un gran trabajo al procurar a sus clientes sentirse como en casa cuando visitan y le han dado apertura a sus clientes sobre sus vidas con lo personal de sus historias en las ilustraciones y etiquetas,” comenta. “Desde cervezas nombradas en honor a sus hijos y sus perros, a el lugar favorito que visitaron en su luna de miel, hasta su músico favorito, no puedes evitar sentirte más conectado a ellos y sentirte parte de la familia. Ahí reside el encanto de visitar Tilted Barn Brewery.”
Zack de Fox Farm hace eco del sentimiento. “En el nivel más básico, ambos damos la bienvenida a personas a un lugar tranquilo y entorno escénico que es único entre pequeñas cervecerías americanas. Más importante sin embargo, pienso que locaciones como las nuestras ayudan a guiar al consumidor hacia una comprensión y aprecio por los componentes agriculturales de su cerveza.”
El área actual de producción de Tilted Barn mide apenas unos 500 pies cuadrados (incluyendo el piso superior). Las nuevas instalaciones, en contraste, tendrán unos 3.200 pies cuadrados, y darán lugar a un bloque de 30 BBL y taproom. También permitirá a Matt y Kara recibir más clientes y extender las horas de servicio. A pesar de algunos obstáculos de permisología y zonificación, testan en camino a terminarlo a finales de este año.
“Queremos seguir haciendo las cosas como las hemos venido haciendo hasta ahora,” Matt comenta, mientras balancea a Tate sobre su rodilla. “No demasiado grandes—sólo lo suficientemente grandes.”
El dúo espera que la expansión tranquilice la ansiedad que genera cada semana el hecho de no poder producir suficiente cerveza para todos los visitantes. “Durante las horas de más concurrencia, sabemos que solo tenemos suficientes latas para tal vez la mitad de las personas que hacen fila. Suena grandioso, pero en realidad es estresante como propietario de una cervecería, y algunas veces Kara y yo tenemos dificultades con ello,” comenta Matt.
La pareja también está ansiosa por crear distancia entre la cervecería y su hogar. “Pienso que sacarla de nuestro patio va a hacer todo un mundo de diferencia,” dice Matt. “Adoro estar acá y ser capaz de almorzar con los niños y acompañarlos a tomar el bus escolar. Pero al mismo tiempo, no tenemos privacidad. Incluso de Lunes a Jueves cuando estamos cerrados, nuestros empleados están acá—nunca tenemos nuestro propio espacio.”
La expansión de Tilted Barn llega en un momento complicado para la cerveza artesanal, y es una inversión importante para la operatividad de una familia. Consumidores, especialmente los fans de las haze, también suelen ser caprichosos, moviéndose de manera impredecible hacia el más nuevo objeto brillante. “Creo que lo que más me entusiasma y aterra al mismo tiempo sobre la industria en este momento es la actual pasión por la cerveza. Vemos a gente llegar desde kilómetros y kilómetros de distancia para visitarnos, toman algunas cervezas en la granja, llevan algunas latas, y continúan hacia la próxima cervecería en el viaje,” dice Matt. “Es alentador e inspirador ver y conocer a toda esta gente que tienen la misma pasión por la cerveza, viajando no solo por la cerveza sino por la experiencia. En ocasiones, puede ser abrumador también, sin embargo. Durante la temporada baja en invierno, comienzas a preguntarte por que hay menos gente alineada que la semana pasada.”
El riesgo más inmediato asociado con la expansión es el perder el encanto hogareño de Tilted Barn. “Bueno, vamos a apagar la calefacción en el invierno,” comenta Kara entre risas. “Eso lo hará sentir de la misma manera.”
“Cuando le decimos a las personas que vamos a construir este nuevo edificio, aún quieren sentir que están dentro de la granja,” dice Matt. “Pienso que es un valor agregado a la experiencia del consumidor ser capaz de llegar a este hermoso espacio y realmente conectar con el lugar donde la cerveza se origina y se fabrica. Pienso que otros aprecian ver el trabajo duro y gente auténtica. Ciertamente yo lo aprecio. El hecho de que abramos nuestra granja—nuestra casa—a nuestros clientes es algo que aprecian.”
Mirando hacia el futuro, Matt y Kara tienen mucho de lo que estar emocionados. Continúan vendiendo la mayoría de los fines de semana. El verano se acerca, lo que significa largas líneas de consumidores dispuestos a soportar el calor opresor en favor de sus adjudicaciones de 18 latas. Están a una semana de unas vacaciones muy necesarias: Un crucero Disney con los niños. Y en este momento del próximo año, su nuevo taproom debería estar abierto.
No significa que Matt y Kara estén ignorando los retos y riesgos por venir. es solo que pueden ver a su alrededor, con la confianza de que su arduo trabajo rendirá frutos.